Cada año, en el mes de mayo, en María Ayuda realizamos nuestra colecta nacional. Entre varias acciones, una de ellas y sin duda una de las más importantes, es la tarea que realizan los voluntarios recolectando aportes en las calles.
La situación sanitaria del país, nos llevó a reflexionar sobre cómo llevaríamos a cabo esta campaña fundamental para conseguir fondos para la tarea que tenemos como corporación de beneficencia. Nuestra conclusión fue, llevar la calle a lo digital.
Así es como nuestra colecta 2020 tuvo un cambio radical y pasó a ser Digital 2020. Con bastante incertidumbre y algo de temor, nos atrevimos a impulsar este tremendo desafío y felizmente podemos decir que tuvimos un excelente resultado.
“En un escenario muy incierto, cambiar la colecta física tradicional a una nueva forma y en medio de una crisis sanitaria y económica tan grave como la que estamos viviendo, nuestras expectativas eran bastante más bajas”, dice Jorge Gómez, director comercial de María Ayuda.
Lo recaudado superó con creces lo recolectado el año anterior y demostró el respaldo y la confianza de una sociedad que sabe que el trabajo con la infancia es prioritario y que necesita de organizaciones como María Ayuda para poder lograr transformaciones de vida sostenibles en el tiempo. “Gran desafío para nosotros, responder a esa confianza y seguir trabajando por el futuro de los niños, niñas y adolescentes que acogemos a lo largo del país”, recalca Jorge.
Desafío y trabajo en equipo
Así fue como todo este proceso implicó meterse hacer transformaciones en nuestra página web, activar nuestras redes sociales, aprender a potenciar el uso de nuestras RRSS para lograr llegar a muchas personas, transmitir la importancia de nuestra causa y lo fundamental del aporte de todos para llevarla adelante. “La participación de los tradicionales voluntarios, pero esta vez en forma virtual, también fue un cambio importante. Yo diría que nos cambió un paradigma y nos enseñó que a pesar de la distancia, hoy seguimos estando muy cerca”, agrega el director comercial.
Este trabajo estuvo a cargo de todo el equipo de María Ayuda y la asesoría de expertos en comunicación, publicidad y estrategias tecnológicas, que permitieron sintetizar el mensaje de la campaña dirigido a una sociedad muy atenta a las necesidades de los más vulnerados y dispuesta a apoyar el trabajo serio de las instituciones de beneficencia en tiempos de crisis.
“Sin duda, la trayectoria de María Ayuda, sus 37 años de vida y excelencia en su labor para y por la infancia vulnerada potenció este proceso de cambio en la colecta, lo que se manifiesta en en los resultados obtenidos, lo que tomamos como un voto de confianza a nuestro trabajo y que redobla nuestro compromiso hacia un trabajo serio y tan necesario como la protección de la infancia vulnerada, pues es una causa que importa a todos y que merece nuestro esfuerzo para transformar sus vidas y asegurarle a todos los niños, niñas y adolescentes que acogemos, un mejor futuro”, enfatiza Jorge Gómez.